Ventresca de bonito al horno

 ¿Qué diríamos de nuestra pareja si tuviera cara de pez? Pues posiblemente nada agradable (salvo excepciones, que de todo hay)

Pues vamos a ver, ¿por que al bonito, que tiene cara de pez, le decimos bonito?  Y sin embargo, a mi vecino, que tiene cara de pez, le llamamos Benito. ¿Acaso nos gustaría emparejarnos con un bonito?  Yo, al menos, no.

Y por que digo esto, ¿Os preguntaréis?, pues porque ayer mi mujer compró un bonito y cuando lo vi, le vi una cara de pez que tiraba “patrás” .

Es verdad, y me lo han comentado, que está muy rico, que se puede preparar de muchísimas maneras, y que además tiene algo llamado “tresca”, que si lo llamas, puedes hacer un plato delicioso. 

Como no iba a perder nada por intentarlo, levanté un poco la voz y lamé: ¡¡ven- tresca-ven!! Se acercó, y de ahí surgió esta receta que yo hice al horno y la llamé ventresca de bonito al horno..

Ventresca de bonito al horno

Ingredientes:

• 1 kg de ventresca
• 1 dl de aceite de oliva
• 2 dientes de ajo
• 1 ramita de perejil
• 1/2 vaso de vino blanco
• Pimentón dulce y picante
• Aceite, sal y pimienta

Elaboración:

1).- Llamamos a la "tresca", la sazonamos y le echamos un chorretón de aceite..

2).- En un mortero, hacemos un majado con los dientes de ajo, el perejil, una pizca de sal, los pimentones (al gusto), la pimienta y el vino blanco.

3).- Rociamos la ventresca con el majado y la metemos en el horno, previamente calentado a 250º, durante 5/6 minutos.

Una vez hecha, emplatamos , echamos por encima el jugo de la cocción, rectificamos de sal y a comer si se quiere o si te gusta invitar al vecino Benito, que siempre tiene hambre, pues ya sabes...

Aperitivo de carne en pelotillas

El caso es que me estoy pensando si pedir el divorcio o comprarme un Kg. de carne picada.

Os cuento: Resulta que mi mujer estaba preparando unas albóndigas y yo al ver la carne picada, me dije: pues si me da un poco,  podría hacer un aperitivo de esos inventados y lo publico en el blog.

Pues nada de nada, que mi mujer no me quería dar ni un gramo de carne (se entiende de la que tenía para las albóndigas) ¡¡ Ella no quería oiga!! y no hubo manera.

Las opciones de solicitar el divorcio o comprar la carne, eran un tanto complicadas de llevar a cabo. Si le digo al juez que me quiero divorciar por que mi mujer no me quiere dar su carne picada, igual me mete en “chirona”, por que piensa que quiero meterla en una trituradora. Y la otra, imposible porque tengo menos dinero que “uno que se está bañando”, así que como para comprar carne.

Total que a mí como ya se me había antojado el hacer algo, en un descuido de mi mujer, utilice la técnica de “mangue” y conseguí  hacerme con un poco de esa carne, para hacer estas pelotillas que resultaron ricas pero escasas.

Ahí va la receta:

Aperitivo de carne en pelotillas

Ingredientes:

• 300 gr. de carne picada (yo puse la que pude)
• 1 yema de huevo
• Unas pocas alcaparras
• Cebolla  roja picada
• 1 cucharada de nata espesa.
• Harina, aceite, sal y pimienta.

Salsas

• Ketchup
• Mahonesa
• Mostaza
• Salsa de queso (comprada)

Elaboración:


1).-  Mezclamos la carne picada con la yema, las alcaparras picadas y la cebolla.

2).-  Condimentamos con sal y pimienta e incorporamos la nata.

3).- Una vez todo bien mezclado,  hacemos bolitas, las pasamos por harina y freímos en una sartén con aceite  caliente.

4).- Las servimos con  las diferentes cremas  o salsas y a comer.

En esta ocasión, el vecino con hambre que siempre viene a ver lo que hay, se fue con viento fresco, pues la ración era escasa y se la comió mi mujer.

Patatas a lo pobre con huevo y jamón

El otro día se me quejaban dos patatas de ser muy pobres y de que estaban condenadas a ser cocinadas como “patatas  a  lo pobre”.

A mí particularmente, me parece que aun pobres, les pasa como a las viudas, que están muy ricas (me refiero a las “patatas viudas” y “patatas a lo pobre”. ¡Claro!)

Total, que como las vi tan tristes y ojerosas, las animé y les dije que aunque estaban condenadas a ser pobres, las iba a mejorar con un poco de jamón y  un huevo encima, no sé, pero la cara les cambio por completo y me lo agradecieron con una sonrisa. (¿Que tendrán las patatas, que les encanta que les pongan los huevos encima?).

En fin, que así las cosas, ahí os dejo una receta de patatas a lo pobre, pero enriquecidas con huevo y jamón.  

Patatas a lo pobre, con huevo y jamón

Ingredientes:

• 2 Patatas
• Cebolla (yo media)
• 50 g de jamón serrano
• 2 Huevos
• Aceite de oliva virgen, sal y pimienta
• Perejil  y un poco de orégano

Elaboración:

1).- Pelamos y cortamos las patatas como para tortilla.

2).- Hacemos lo mismo con la cebolla, pero en juliana.

3).- Mezclamos tanto la patata como la cebolla y salpimentamos.

4).- En una sartén en el fuego con abundante aceite de oliva, freímos patatas y  cebolla.

5).- Mientras tanto, hemos picado el jamón serrano en tiras.

6).- Cuando estén casi hechas la patata y la cebolla se lo añadimos.

7).- Ahora preparamos un huevo poché y una vez montado el plato, lo ponemos encima y decoramos con perejil y orégano..

Las patatas se quedaron contentas, nosotros disfrutamos del plato y el vecino con hambre, asomó la cabeza y le tuvimos que invitar.

Mozzarella con salsa gremolata

La mozzarella es un tipo de queso originario de la cocina italiana y muy utilizado e pizzas y en ensaladas (puede ser de leche de búfala, oveja o de vaca).

La gremolata, también, es una salsa de origen italiano que combina muy bien con carnes, pues tradicionalmente sirve como acompañamiento del Ossobuco a la milanesa, pero utilizar esta salsa como aliño de una mozzarella, es todo un descubrimiento.

Esta receta,  tomada del blog “Directo al Paladar”, es una fusión entre dos productos de origen italiano, que se prepara de forma rápida y supone un entrante o aperitivo muy sabroso.

Mozzarella con salsa gremolata 

Ingredientes:

•    2 bolas de mozzarella de búfala
•    Unas cuantas aceitunas negras
•    La ralladura de la piel de un limón
•    1 diente de ajo
•    1 ramillete de perejil 
•    Pimienta en grano (puse bastante)
•    Sal y aceite de oliva virgen extra 

Elaboración:

Para la salsa Gremolata

1).- En un mortero, machacamos el diente de ajo, los granos de pimienta (al gusto de cada uno) y un poco de sal.

2).- Ahora , añadimos la ralladura del limón, las aceitunas muy picaditas y lo mezclamos bien.

3).- Una vez mezclados los ingredientes, incorporamos la sal, el perejil picado, el aceite y lo integramos todo hasta conseguir la salsa.

4).- Disponemos en un plato la mozzarella, cortada en rodajas y aliñamos con la salsa gremolata.

Es un aperitivo excelente, que acompañado con una cerveza bien fría y, en este caso, sin invitar al vecino hambriento, ha resultado la tapa que mi mujer y yo, disfrutamos ayer domingo.

Solomillo "palo cortado"

Tranquilos!!!  Que lo del palo cortado, no tiene nada que ver con hacer astillas o ir a cortar un palo para arrearle al solomillo. No es eso.

Palo cortado, es un vino de Jerez  generoso, con un color caoba brillante, amontillado y oloroso. Para mí, uno de los mejores vinos del mundo.

Pues bien,  a este tipo de carnes le van mucho los vinos dulces, y aunque  son recetas estupendas, son ya muy conocidas por todo el mundo.

Hoy, por modificar un poco la elaboración, he decidido utilizar un palo cortado y el resultado conseguido ha sido impresionante.

Solomillo "palo cortado" 

Ingredientes:

• 2 solomillos de cerdo ibérico.
• 1 cebolla grande.
• 2 dientes ajo
• ½ litro de caldo de carne
• 1 vaso de los de agua, de vino palo cortado.
• 1 puñado de pasas, sin pepitas.
• 1 cucharada de harina.
• aceite de oliva, sal y pimienta

Elaboración:    

1).-  Cortamos la cebolla y los ajos en juliana y pochamos hasta que se pongan transparentes. Mientras, ponemos las pasas en remojo (yo en parte del vino)

2).-  Salpimentamos los solomillos y en otra sartén con un poco de aceite, los sellamos debidamente. Cuando estén dorados , los retiramos y reservamos.

3).-  Con mucho cuidado, vertemos el vino, palo cortado, en la sartén donde hemos hecho los solomillos y desglasamos. Apagamos en fuego y dejamos la sartén con el vino  a un lado.

4).-  Cuando la cebolla ya esté pochada, añadimos la cucharada de harina y  removemos bien durante unos segundos. Seguidamente, añadimos el vino que teníamos reservado en la sartén, las pasas y  el caldo de carne.

5).-  Ahora y después de que haya reducido un poco la salsa, echamos los solomillos y dejamos cocer hasta que estén en su punto, y la salsa haya espesado lo suficiente (esto es cuestión de gustos).

Pues después de todo esto, para acompañarlo, he hecho unas patas fritas y se las he incorporado como guarnición.

Ya sabéis que este plato, si se quiere, también se puede compartir con vecino hambriento.