Resulta que este hombre empezó a cuidar de las
gallinas más necesitadas de la zona y, evidentemente, llenó su casa de
gallinas.
El caso es que aquello parecía un gallinero y
las gallinas reclamaban un gallo y no un “gallo de sol que entrara por la
ventana”, sino un gallo de los que se trajinan a las gallinas. De ahí el dicho… “eres,
más no se qué, que las gallinas”.
Fue tal la reivindicación, que aquel hombre
compró un gallo y de repente todas las gallinas se quedaron embarazadas y
tuvieron miles de pollos.
En fin… que esta es la historia de cómo se
monta un negocio sin tener intención, pues este hombre tuvo que poner una
pollería y actualmente es el pollero de mi barrio al que he comprado este pollo
que voy a preparar.
Ah! El gallo bien y contento.
Pollo con almendras
Ingredientes:
- 1 pollo.
- 1 yema de huevo cocido.
- 1 cebolla.
- 2 dientes de ajo.
- Caldo de pollo o verduras.
- 1 sobre de azafrán.
- Unas 12 o 14 almendras.
- Aceite, sal y pimienta.
Elaboración:
1).- Limpiamos y troceamos el pollo; reservando el higadillo y la molleja.
2).- Una vez troceado, salpimentamos y los freímos en aceite hasta que esté dorado.También se fríen el higadillo y la molleja (reservamos)
3).- En el mismo aceite rehogamos la cebolla picada y cuando este dorada, incorporamos el ajo, después el azafrán y a continuación una taza de caldo o el que consideremos suficiente para cocer el pollo.
4).- Incorporamos el pollo y dejamos cocer a fuego lento hasta que la carne esté tierna.
5).- Aparte en un mortero, machacamos las almendras, el higadillo, la molleja y la yema de huevo. Aclaramos con la salsa del guiso y vertemos sobre el pollo. Dejamos que se cocine unos minutos más y ya se puede servir.