Benito, mi vecino con cara de
pez, al que todos los que seguís mi blog tenéis que conocer, vino a casa a
contarme que su cara, producto del encantamiento de un brujo, se podía arreglar
comiendo rodaballo.
Yo que soy un ingenuo, pensaba que si el maleficio desaparecía de esa
manera, pues la cosa era sencilla. Comprar un rodaballo e invitarle a comer.
Así lo hice y mi vecino se zampó
el rodaballo con toda la “Jeta” del mundo (nunca mejor dicho), pero su
cara seguía siendo la misma.
Conclusión: que Benito me había vacilado, se había comido mi
rodaballo, su cara seguía siendo la de un pez y la mía la un “pringao”.
De todas formas, aunque con una sencilla elaboración, ahí os dejo la
receta y la foto de mi vecino.
Fritos de rodaballo
Ingredientes:
- Un rodaballo
- Un diente de ajo
- Aceite, sal y harina
Elaboración:
1).- Se
compra y se paga el rodaballo. Ya de paso, le decimos al pescadero que nos lo
prepare para freír.
2).-
Ahora lo adobamos con el ajo picado y lo dejamos en la nevera un par de horas.
3).- Pasado
ese tiempo, lo sazonamos, enharinamos y lo freímos en aceite caliente.
Se
puede acompañar con unas patatas y unos pimientos fritos.
Como
veis la receta es muy sencilla y según el “jeta” de mi vecino estaba muy
rica.