Esta mañana picaba en la puerta mi vecino con hambre y me decía: "oye que he comprado unos pulpos y como sé que eres gallego te los traigo para que los prepares a la "gallega" y luego pasamos por aquí y nos los tomamos".
El caso es que cuando abrí el paquete, me encontré con unos calamares que me miraban con cara de extrañados y como si me quisieran decir: "nosotros no somos pulpos y como nos hagas a la gallega, te chorreamos de tinta".
La cosa es que mi vecino con hambre además de tener una "jeta" impresionante, es un zoquete que no sabe distinguir un pulpo de un calamar y eso me ocasionó un problema con los calamares que decían: "No queremos a la gallega, queremos a la romana". Como ¿rebozados en harina y huevo? "No...no, a la romana!". Resulta que la romana era una calamara que vivía en Roma y claro eso era imposible de hacer.
Bueno..., como hoy estoy espeso y no sé como terminar la historia, os dejo esta receta que tenía anotada en una servilleta y que vi en un programa de TV.
Ah! que se me olvidaba, los calamares no estaban vivos y mi vecino ya no vive aquí, así que les daba igual como los hiciera.
Calamares encebollados
Ingredientes:
- 1 Kg. de calamares
- 3 Cebollas
- 1 vaso de vino blanco
- Aceite de oliva virgen extra
- Harina
- Sal, pimienta y perejil picado.
Elaboración:
1).- Limpiamos los calamares y reservamos sus patas para la decoración.
2).- Ahora, picamos la cebolla y la doramos con aceite en una cacerola.
3).- Cortamos los calamares en trozos, salpimentamos y los echamos en la cacerola.
4).- Después cocer unos 5 minutos, incorporamos el vaso de vino.
5).- Dejamos reducir unos 25 minutos más a fuego medio, o hasta que estén tiernos los calamares.
6).- Las patas de los calamares que habíamos reservado, las enharinamos y las freímos en aceite caliente.
7).- Una vez hechos, los servimos en un plato con las patas por encima y lo espolvoreamos todo, con el perejil picado.